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Es algo simple, tal vez demasiado simple, pero quiero compartirlo por si algunx no sabe como hacerlo.

Del pedacito de porro que compres, cuando lo desarmes, vas a encontrar unas bolitas. Esas bolitas son las semillitas que vamos a usar para tener nuestra propia planta.

Agarrás una o dos servilletas de esas que absorven el papel,  la humedecés bien y la ponés encima de un plato. Colocás las semillitas ni tan juntas ni tan distantes. Poné todas las que tengas, porque algunas van a germinar y otras no.

Cuando tengas todas las semillas acomodadas, las tapás con otra servilleta también humedecida y la tapas con otro plato.

Buscate un lugar donde nadie las joda, donde estén tranquilas y esté oscuro. La oscuridad es importante, así que no es un dato menor que debas pasar por alto.

Según leí después de 72 horas ya tienen que salir los pequeños brotes. Yo no me acuerdo cuanto las tuve pero cada semilla tiene su propio tiempo.

Cuando las traspases del plato a la macetita, no las agarrés del brote ya que es muy sensible, recién está naciendo y podés dañarlo.

Si ves que algunas semillas se están llenando de hongos, no las traspases a la tierra, ya que no sirven.

Ahora, te buscás varios de esos potes de queso crema, de yogur o de lo que encuentres en tu casa. Hacele dos agujeros chiquitos con un clavo caliente. Si tenés en tu casa tierra negra (la que viene del compost, después armaré un post sobre esto) ponele esa y si no, la que tengas. la regás y le haces con el dedo un agujerito en el medio. Depositá tu brotecito y tapalo con tierra. No presiones, sólo colocale tierra encima.

Cuando tengas esto listo, todas los brotes en sus macetitas recicladas y regadas, buscales un lugar con buen sol. Acá en Argentina estamos en Primavera así que podés dejarlas afuera donde minimamente reciban 7 horas del poderoso Sol. Necesitan mucho sol para que sus tallos no se debiliten, para que crezcan fuertes.

Yo había comenzado el germinado en Invierno, así que las sacaba todos los días para que reciban sus dosis de energía solar y a la noche las entraba para que las heladas no las maten.

Después de esto, ya está. A medida que crezcan las podes traspasar a tierra o a una maceta más grande.

La Pachamama tiene sus tiempos, sagrados tiempos. Si tenés paciencia vas a ser parte del crecimiento de una hermosa planta, más allá de toda la mala prensa que le puedan crear.

Muchos éxitos y que viva la Tierra!

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